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Qué hacer para que el pánico no se apodere de ti

Podríamos resumir el pánico como una sensación de miedo muy intenso y extremo que manifestamos ante situaciones que nos desestabilizan hasta el punto de hacernos sentir en peligro. Una mala racha en lo económico (excesiva acumulación de deuda, un gasto imprevisto que no podemos asumir, etc.) puede poner a prueba  nuestra estabilidad emocional y llevarnos a una situación límite que, si no gestionamos adecuadamente, derive en un ataque de pánico o ansiedad severa. Y no queremos eso, Rockera. En este artículo quiero hablarte de cómo puedes “ver venir” el pánico y, lo que es más importante, qué acciones poner en marcha para lograr que, sea cual sea la situación financiera a la que te expones, esta no logre desbordarte emocionalmente.

¿Cómo “ver venir” el pánico?

No hay mejor prevención que el conocimiento. Si empiezas a sentir determinados síntomas de ansiedad extrema y sabes qué es lo que te está pasando, gestionar la situación te resultará mucho más fácil. Por eso es importante ser consciente de qué sientes y cómo te sientes y, desde ahí, darte a ti misma un mensaje de calma y tranquilidad. El pánico te hace sentir en verdadero riesgo, sí. Pero puedes tener la certeza de que no se trata de un peligro real. Tan solo necesitas aplicar las herramientas necesarias para superarlo.

Pongamos un ejemplo. Imagina que una mañana cualquiera, al revisar tu cuenta corriente, descubres que tu dinero se ha esfumado por un embargo del que no has recibido notificación. En los próximos días empezarán a pasarte distintos cargos a esa cuenta (hipoteca, facturas, etc.) y no habrá fondos para afrontarlos. Comienzas a sudar y tu corazón late tan fuerte que parece que se te va a salir del pecho. Sientes una sensación de peligro inminente y miedo extremo. La habitación da vueltas a tu alrededor. Te cuesta respirar con normalidad. Ahí está. Es el pánico. Y es absolutamente normal que aparezca, créeme.

Cualquier problema financiero es una fuente de estrés y, cuanto más imprevisto sea, más nos hace sentir que hemos perdido el control. Por eso lo primero es recuperar las riendas de la situación y, consciente de lo que te está pasando, poner en marcha los recursos adecuados. Veamos cuáles son.

  1. Serena tu mente

Ante una sensación de ansiedad severa o pánico, lo primero es hacer lo necesario para que los síntomas físicos desaparezcan, ya que si no estos se convertirán a su vez en fuente de más nerviosismo y agravarán la situación. Te recomiendo que entonces busques un asiento, cierres los ojos e intentes regular tu respiración. Piensa que estás a salvo y repítete a ti misma que no te va a pasar nada malo. Una buena técnica es inhalar por la nariz contando hasta cuatro, retener el aire contando hasta cuatro, y  echarlo por la boca lentamente contando hasta seis. Intenta llevar toda tu atención a este proceso, observando cómo entra y sale el aire de tu  cuerpo.

Incorporar técnicas de respiración y atención plena (meditación, mindfulness, etc.) a tu rutina diaria y no solo como remedio a situaciones desagradables, reducirá las probabilidades de que el pánico te pille desprevenida. Así que te recomiendo que te plantees empezar a practicarlas a diario y verás cómo pronto notarás los resultados.

2.Calma tu cuerpo

Muchas veces relacionamos el ejercicio físico con mantener nuestro cuerpo en forma, obviando lo enormemente beneficioso que es también para nuestra mente. Está comprobado que hacer ejercicio cada día reduce notablemente el riesgo de sufrir ansiedad y ayuda a aliviar los efectos de esta cuando aparece. Lo mejor de todo es que siempre estás a tiempo de empezar y, además, existen innumerables opciones entre las que elegir. No tienes por qué inscribirte a un gimnasio ni practicar ningún deporte especialmente intenso. Salir a caminar a buen ritmo, hacer sesiones de fitness en casa o incluso bailar tu música favorita te ayudará a poner a punto tu cuerpo y, a la vez, tu mente estará más fuerte para afrontar situaciones complicadas como una mala racha económica. No lo dudes: podemos trabajar nuestro bienestar emocional desde dentro, pero también desde fuera.

3.Cuenta lo que te  está pasando

Aquí llega una parte realmente delicada. Es posible que cuando pasas por un momento difícil, y más si pertenece al ámbito financiero, te cueste compartirlo con los demás y prefieras pasarlo sola. A veces por no preocupar a nuestros seres queridos o, simplemente por vergüenza, decidimos no contar lo que nos está pasando. Pero déjame decirte una cosa, querida: si la situación empieza a tener secuelas a nivel emocional, mantenerla en secreto no es una buena idea. Puedes elegir a una o dos personas de confianza para contarles cómo te sientes. Hablar de ello y desahogarte te sentará bien y piénsalo: tendrás el punto de vista de alguien que te quiere y que, seguramente, pensará en posibles soluciones que quizás a ti no se te hayan ocurrido, además de acompañarte anímicamente en el proceso.

4. Busca asesoramiento

Recurrir a un profesional especializado en resolver situaciones financieras como la tuya puede ser una gran ayuda. En primer lugar, te darás cuenta de que hay miles de personas pasando por lo mismo que tú y que no hay de qué avergonzarse. Además, comprobarás cómo otras tantas han logrado superarlo y recuperar la estabilidad económica y emocional. Así que te animo a que busques opciones que se adapten a tus necesidades y abordes este bache de la mano de alguien que te enseñe las herramientas y pautas adecuadas para, poco a poco, resolver un problema que, puedes estar segura, tiene solución. Aprender técnicas de planificación, métodos de ahorro y estrategias de gestión financiera te aportará mucha seguridad y te hará sentir que te estás haciendo cargo del asunto, lo cual a su vez aliviará esa congoja que puede convertirse en pánico de un momento a otro.

Como ves, hay distintos recursos con los que abordar una situación financiera asfixiante y evitar que esta acabe desembocando en un problema aún más grave que no solo afecte solo a tu economía, sino también a tu salud.

Cuéntame: ¿alguna vez una mala racha financiera te ha llevado al borde del pánico? Me encantará leer tu experiencia en comentarios.

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Jeanne Marie, [31.03.21 10:11]