
Descúbrela mediante los 8 arquetipos del dinero
Uno de los aspectos más importantes (¡y apasionantes!) de nuestra experiencia vital es conocernos a nosotras mismas. Seguramente hay distintas actitudes y comportamientos que te caracterizan y cuyo origen no tienes demasiado claro. Hay cosas de ti que te encantan, por supuesto, pero también te gustaría mejorar en algunos aspectos, lo cual demuestra que eres una mujer valiente que está dispuesta a crecer día a día… Y esto incluye el ámbito económico, ¿verdad?
Hoy voy a hablarte de la personalidad financiera y de cómo descubrir la tuya mediante los arquetipos del dinero. Se trata de ocho patrones universales que responden a distintas maneras de relacionarse con el dinero y de los cuales elegirás los tres con los que más te identifiques. A partir de ahí, serás mucho más consciente de tus fortalezas y debilidades y te resultará mucho más fácil encontrar la fórmula adecuada para gestionar tus finanzas personales.
Aquí te cuento un poco sobre cada uno de los arquetipos. Te resultará fácil reconocerte en tres de ellos, ¡ya verás!
1.La Alquimista
La alquimista es una gran defensora de la justicia social y muchas veces centra en esta sus esfuerzos de forma totalmente altruista (es fácil encontrar este arquetipo en activistas y miembros de ongs, por ejemplo). Es muy idealista y a menudo para ella el dinero tiene connotaciones negativas, hasta el punto de identificarlo con “gente mala”. La alquimista necesita trabajar esta falsa creencia, ya que también los proyectos éticos y beneficiosos para la humanidad requieren inversión, financiación, etc. En cuanto entienda esto, su potencial se multiplicará y será capaz de desarrollar grandes ideas.
2.La Conectora
Lo más importante para ella son las relaciones sociales, hasta tal punto que en ocasiones sacrifica a favor de estas su propio bienestar. Así, a la conectora suele costarle poner límites e incluso le resulta incómodo cobrarle a los demás por su trabajo. Para prosperar, necesita aprender a diferenciar entre lo social y lo financiero, desarrollar estrategias para rentabilizar sus esfuerzos y no ver los beneficios económicos como algo secundario.

3.La Acumuladora
Le gusta tanto ahorrar que convierte en el ahorro el centro de su vida, de manera que renuncia a muchas cosas con tal de no gastar dinero. Es más: si gasta dinero se siente mal. La acumuladora necesita abrir su foco a otros objetivos que también son fundamentales, como el bienestar, la inversión en formación o el disfrute. Debe entender que una persona vale mucho más que el dinero que tiene guardado.
4.La disidente
A la disidente le encanta el dinero y no le importa en absoluto jugárselo todo a una baza para conseguir más. Esto puede ponerla fácilmente en situaciones complicadas, con lo cual para ella sería fundamental entender la importancia de tener un presupuesto fijo “intocable” que le aporte seguridad de cara al futuro y compense su tendencia al riesgo.
5.La Gobernanta
Su vida gira en torno al trabajo (y a la compensación económica que le aporta), de manera que este puede llegar a convertirse en casi una adicción. Le cuesta enormemente delegar y suele olvidarse de guardar momentos para divertirse o relajarse. La Gobernanta necesita aprender a limitar sus obligaciones y su horario de trabajo y a sacar momentos de tiempo libre.
6. La Celebridad
Lo suyo es el liderazgo y la influencia. Le encanta mantener y transmitir un buen estatus y se deja el dinero que haga falta para conseguirlo, aunque esta actitud muchas veces guarda detrás una gran z. Así, el principal reto de la Celebridad residirá en evitar el despilfarro administrando bien su dinero y, sobre todo, en entender que las personas que merecen la pena no van a quererle en función de lo que tiene, sino de quién es.
7. La Cuidadora
La Cuidadora se vuelca, como su nombre indica, en cuidar a los demás. Pero no lo hace a cambio de nada, sino buscando reconocimiento (en algunos casos, económico). Por eso es tan importante para ella aprender a desarrollar objetivos pensando en sí misma y, por otro lado, entender que ayudar a los demás no siempre ha de ser a cambio de algo.

8. La Romántica
La Romántica tiene claro que tanto ella como la gente a la que quiere se merecen lo mejor y a menudo cae en un exceso de generosidad y, como consecuencia, de gastos. Es importante que encuentre las herramientas necesarias para que su estabilidad económica no se balancee constantemente por no prestarle atención.
Bien, ya conoces los ocho arquetipos del dinero, así que ha llegado el momento de sumar las características de los tres con los que más te identificas. ¿Ya lo tienes? Pues querida: ¡tienes ante ti tu personalidad financiera! Ahora eres consciente de las fortalezas y debilidades con las que te relacionas en el ámbito de las finanzas y de qué necesitas incorporar en tu relación con el dinero para que esta sea más sana y enriquecedora.
¡No olvides contarme en comentarios con qué arquetipos te quedas y qué objetivos vas a marcarte desde ya mismo!
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