Las ventajas de un método gradual y efectivo

1.378 € en 52 semanas, ni más ni menos. Este es el objetivo de un método de ahorro que cada vez cuenta con más adeptas. Y no es de extrañar, teniendo en cuenta su sencillez y la facilidad con la que puedes moldearlo y adaptarlo a tus circunstancias (y tu bolsillo). No te hace falta tener ni mucho tiempo ni mucho dinero: tan solo un poco de constancia y voluntad. ¡Verás que fácil!
- En qué consiste
Te explico primero el planteamiento original. El nombre del método lo dice todo: Asignarás una cantidad concreta a cada una de las 52 semanas del año siguiendo un orden creciente. Es decir:
Primera semana: 1 €
Segunda semana: 2€
Tercera semana: 3€
Cuarta semana: 4€
Quinta semana: 5€
Y así sucesivamente hasta llegar a la semana 52 en la que, lógicamente, la cantidad destinada al ahorro será de 52€.
Puedes utilizar una hucha o bien una cuenta de ahorro específica si te manejas mejor con la banca online, como prefieras. Lo que sí que te recomiendo, querida, es que seas muy puntual en tu cita semanal con el reto (lo ideal es que deposites el dinero cada lunes) y no caigas en la tentación del “bueno, ya pongo de más la semana que viene”.

2. Adáptalo a tu medida
Tú te conoces mejor que nadie y sabes qué modificaciones puedes hacer en este método para asegurarte de que va a resultarte realmente efectivo.
Si ves complicado mantener el compromiso durante las 52 semanas, puedes darle la vuelta al orden original y aprovechar el entusiasmo del principio para ahorrar las cantidades mayores. Es decir, empezarás separando 52€ la primera semana, 51€ la segunda, 50€ la tercera, y así progresivamente, de manera que los importes de los últimos meses serán mucho menos significativos.
Si pretendes ahorrar más dinero y puedes permitírtelo, también puedes variar las cantidades. Por ejemplo, empezar con 2€ la primera semana e ir aumentando en proporción en las siguientes (2,4,6,8…). O al revés: nadie te impide comenzar por 50 céntimos, aunque el resultado final sea más modesto.

3. Cómo y para qué
Como ves, el procedimiento es pero que muy sencillo. Eso sí, has de tener claro de dónde vas a sacar ese dinero, sobre todo las cantidades del final (si es que eliges el orden original). A principio de mes, tendrás que crear una partida de tu presupuesto dedicada a este reto. Si me aceptas un consejo, la manera más fácil de hacerlo es reduciendo los gastos hormiga, ya que estos son los menos necesarios en tu día a día. Si disminuyes los cafés fuera de casa o eliminas suscripciones que apenas utilizas, no te resultará complicado juntar el dinero para cumplir el reto.
Otra cosa que también te ayudará a culminar el reto de las 52 semanas con éxito es saber qué vas a hacer con el dinero que ahorres. Te recomiendo que el primer destino sea el fondo de emergencia, si es que aún no lo tienes. Cubierto este, un destino interesante puede ser la inversión o el presupuesto para las vacaciones del año que viene.
¿Te apetece poner en marcha este efectivo método de ahorro? Si es así, ¿qué cambios incorporarías para adaptarlo a tus circunstancias y objetivos? Me encantará leerte en comentarios.
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