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La diferencia entre cultivar la actitud y creer en la “magia”

No me cansaré de decir que la gestión financiera no es solo cuestión de números y que, por lo tanto, trabajar la mentalidad es fundamental para cualquier mujer que desee mejorar su relación con el dinero. La actitud con la que abordamos nuestras finanzas personales es uno de los grandes temas a tratar en cualquiera de mis mentorías para mujeres. La mente juega un papel importante en nuestra forma de estar en el mundo y el ámbito económico no es una excepción. Sin embargo, a menudo se confunde el desarrollo de habilidades emocionales con determinadas prácticas de dudosa efectividad. Hoy quiero hablarte de las diferencias entre trabajar la mentalidad y recurrir a fórmulas milagrosas que prometen abundancia y resultados por arte de magia.

  1. La mente tiene poder, pero no hace milagros

Las características y el ritmo de la sociedad en la que vivimos hacen que cada vez sea más importante prestarle atención a nuestra salud mental y emocional. Cuidar y conocer nuestra mente, además de nuestro cuerpo, nos aporta beneficios indiscutibles y respaldados por la ciencia. Múltiples estudios demuestran que practicar la meditación tiene efectos positivos en el cerebro (mejora de la memoria y de la concentración, reducción del estrés, etc.) e incluso en el sistema cardiovascular. La aceptación y la atención plena nos ayudan a encajar acontecimientos cotidianos complicados con mucha más lucidez. Y por supuesto, querida, este tipo de prácticas también condicionan el modo en el que gestionamos nuestras finanzas. Por eso parte de mi trabajo de acompañamiento a mujeres se centra en aspectos como la detección y eliminación de creencias limitantes y autosaboteadores, dos de los dos grandes obstáculos que nos ponemos a nosotras mismas sin darnos cuenta.

Con esto quiero decirte que es innegable el enorme poder que tiene nuestra mente y, por lo tanto, conocer los recursos para mantenerla “en forma”. Pero no, amiga, no es suficiente. Para aumentar tus ingresos mensuales no bastará con visualizarlo. Lo más probable es que tengas que gastar más. Si quieres acabar con tus deudas, me temo que con proponértelo y sentirte capaz no será suficiente… Hará falta sacrificarte y no gastarte ese dinero en cosas que te gustan. La famosa “abundancia” no suele aparecer con simplemente llamarla desde lo más profundo de tu ser: el trabajo diario y la constancia te resultarán indispensables.

2. Los cambios requieren acción, no solo proyección

En el punto anterior te hablaba del concepto de aceptación y de lo importante que es recurrir a ella en lugar de afrontar algo que no nos gusta con lucha o evitación. Llevándonos esto al campo de las finanzas personales, es fundamental “mirar a los ojos” a nuestras deudas como primer paso para deshacernos de ellas. Tras aceptar y asumir la situación, llegará el momento de marcarse unos objetivos teniendo claro que si estos están bien planteados, las posibilidades de lograrlos son enormes. ¿Pero te imaginas que la cosa se quede ahí? Efectivamente: tus deudas también se quedarán. El primer paso hacia el cambio es la aceptación, no cabe duda. Pero no basta con aceptar y proyectar el cambio para lograr nuestros propósitos. Digamos que trabajando la mentalidad estamos preparando el terreno sobre el que daremos el siguiente paso: la acción. Y ahí toca hacer números, quitar un poco de aquí y otro poco de allá, apretarse el cinturón durante una temporadita… La clave está en tu mente, sí, pero también en modificar tu presupuesto mensual.

 3. Mentalidad y herramientas: el combo perfecto

Llegadas a este punto, querida, te habrás dado cuenta de que en lo que a gestión financiera se refiere y en casi todo lo demás, el secreto radica en encontrar el equilibrio entre mentalidad y, digamos, “herramientas de carne y hueso”. Lo maravilloso del asunto es que no hay por qué renunciar a ninguna de las partes. De hecho, es fundamental que no lo hagas si quieres coger las riendas de tus finanzas. Créeme: de poco te sirve una tabla de excel llena de datos, huchas y partidas si no trabajas a la vez tus fantasmas internos en lo que a dinero se refiere. Y no, tampoco es suficiente con repetir afirmaciones llamando a la abundancia o meditar una hora al día si no tienes claro lo que puedes y no puedes gastar cada mes. Por eso te animo a formarte todo lo que puedas tanto a nivel “práctico” como emocional. Eso sí, asegúrate de que las fuentes y los profesionales que elijas para informarte y aprender sean realmente expertos en aquello de lo que hablan.

Si estás leyendo esto es porque ya conoces la importancia de gestionar adecuadamente tus finanzas personales, pero: sabías de la importancia de hacerlo desde las dos perspectivas que te he explicado? ¡Te espero en comentarios!

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Jeanne Marie, [31.03.21 10:11]