¿Sabías que solo el 15% de los españoles deja hecho su testamento antes de morir? * (fuente Optima Financial Planners)
Después de comentarte la semana pasada los gastos ligados a un entierro, hoy te quiero hablar de la importancia de dejar por escrito tu testamento y de los seguros de vida.
Muchas de las razones que llevan a la gente a no dejar por escrito su testamento son las del miedo a morir, la creencia que hacer un testamento es muy complicado o que es muy caro.
Sin embargo, realizar consultas sobre tus dudas en el notario son gratuitas y dejar por escrito tu testamento cuesta unos 50€ y es un trámite muy sencillo. Y lo puedes cambiar todas las veces que quieres.
Cada comunidad autónoma funciona de manera diferente a la hora de pagar los impuestos de sucesión, es muy complejo y solo te puedo aconsejar que te informes en tu notaria.
Nadie quiere pensar en su propio fallecimiento ni el de su pareja, pero, hay algunos puntos claves a tener en cuenta, qué son importantes y aunque puedan parecer interesados, son pragmáticos para no encontrarte delante de una destreza económica añadida al dolor de perder a un ser querido. Ya que dependiendo de en qué régimen legal te encuentres, te puedes llevar alguna que otra sorpresa.

Pensar en ese momento más temible de tu vida y actuar sobre ello, es la manera de conseguir que tu familia no se vea a afectada al menos, a nivel económico, debido a la falta de ingresos que traías al núcleo familiar, lo que podría impedir que algunos proyectos familiares o los estudios de tus hijos lleguen a buen puerto.
Así que vale la pena invertir en un seguro vida. Haz un estudio de las ofertas que hay (mediante comparadores de seguros) y lee la letra pequeña, ya que según la profesión que tengas, puede que las aseguradoras se nieguen a cubrirte, y hasta puede que no te cubran si falleces paseando en bici.
Otro asunto muy pragmático en caso de fallecimiento es la gestión de las cuentas bancarias…
Si te sucediera algo y tu pareja y tú sois cotitulares, has de saber que, en cuanto se informa al banco, o el banco reciba el aviso de defunción, esas cuentas se quedan congeladas hasta la resolución de la herencia, que puede tardar meses.
Con ello, no te estoy diciendo que se retire todo el dinero de la cuenta (ojo con la interpretación de ese acto y los posibles problemas que eso pueda generar entre herederos y/o hacienda), pero debes saberlo en caso de que tu pareja y tú hayáis decidido que, como modo de funcionamiento, solo tenéis una cuenta en común.
Siempre te recomendaré que cada conyugue tenga una cuenta a su nombre con sus propios fondos, aunque tengáis una cuenta en común.
En cuanto a tu relación legal, si tenéis un bien comprado en común y no estáis ni casados, ni sois oficialmente pareja de hecho, es la peor opción posible, porque en caso de fallecimiento y sin testamento hecho: estás a la merced de cualquier otro heredero, sin hablar que los gastos de sucesión pueden ser exorbitados, ya que legalmente, no hay nada entre vosotros.
Los derechos de pareja de hecho están regulados en cada comunidad autónoma, y te invito a que los revises. Algunas comunidades reconocen los derechos de pareja de hecho casi como si estuvierais casados y otras, casi nada (por ejemplo, la práctica simbólica del derecho a residir en la vivienda durante un año en Andalucía).
Y por supuesto, estar casado es el régimen que mejor protege al otro en caso de fallecimiento.
El régimen que más se aplica es el de: todo al que sobreviva y después a los niños.

Pensar en nuestra propia muerte es abrumador, es una idea nada apetecible, sin embargo, forma parte de la vida y de crecer como adultos.
Prepararse para esa eventualidad no tiene por qué ocupar mucho de tu tiempo y , sin necesidad de testamento, puedes dejar saber cómo te gustaría que fueran tus últimos momentos:
Si quieres ser enterrad@, incinerad@, si quieres ser donante de órganos, si quieres una ceremonia religiosa, civil, con o sin flores, con o sin donaciones a una ONG, donde quieres reposar… si quieres que tus seres cierren o dejen abiertas tus cuentas en redes sociales etc
Tener una carpeta hecha con todos estos documentos, en un lugar visible y accesible en un rincón de tu casa o en una caja fuerte siempre es buena idea.
Si falleces, ¿está preparada tu familia?
Parte 2. Testamento y Herencia
¿Sabías que solo el 15% de los españoles deja hecho su testamento antes de morir? * (fuente Optima Financial Planners)
Después de comentarte la semana pasada los gastos ligados a un entierro, hoy te quiero hablar de la importancia de dejar por escrito tu testamento y de los seguros de vida.
Muchas de las razones que llevan a la gente a no dejar por escrito su testamento son las del miedo a morir, la creencia que hacer un testamento es muy complicado o que es muy caro.
Sin embargo, realizar consultas sobre tus dudas en el notario son gratuitas y dejar por escrito tu testamento cuesta unos 50€ y es un trámite muy sencillo.
Cada comunidad autónoma funciona de manera diferente a la hora de pagar los impuestos de sucesión, es muy complejo y solo te puedo aconsejar que te informes en tu notaria.
Nadie quiere pensar en su propio fallecimiento ni el de su pareja, pero, hay algunos puntos claves a tener en cuenta, qué son importantes y aunque puedan parecer interesados, son pragmáticos para no encontrarte delante de una destreza económica añadida al dolor de perder a un ser querido. Ya que dependiendo de en qué régimen legal te encuentres, te puedes llevar alguna que otra sorpresa.
Pensar en ese momento más temible de tu vida y actuar sobre ello, es la manera de conseguir que tu familia no se vea a afectada al menos, a nivel económico, debido a la falta de ingresos que traías al núcleo familiar, lo que podría impedir que algunos proyectos familiares o los estudios de tus hijos lleguen a buen puerto.
Así que vale la pena invertir en un seguro vida. Haz un estudio de las ofertas que hay (mediante comparadores de seguros) y lee la letra pequeña, ya que según la profesión que tengas, puede que las aseguradoras se nieguen a cubrirte, y hasta puede que no te cubran si falleces paseando en bici.
Otro asunto muy pragmático en caso de fallecimiento es la gestión de las cuentas bancarias…
Si te sucediera algo y tu pareja y tú sois cotitulares, has de saber que, en cuanto se informa al banco, o el banco reciba el aviso de defunción, esas cuentas se quedan congeladas hasta la resolución de la herencia, que puede tardar meses.
Con ello, no te estoy diciendo que se retire todo el dinero de la cuenta (ojo con la interpretación de ese acto y los posibles problemas que eso pueda generar entre herederos y/o hacienda), pero debes saberlo en caso de que tu pareja y tú hayáis decidido que, como modo de funcionamiento, solo tenéis una cuenta en común.
Siempre te recomendaré que cada conyugue tenga una cuenta a su nombre con sus propios fondos, aunque tengáis una cuenta en común.
En cuanto a tu relación legal, si tenéis un bien comprado en común y no estáis ni casados, ni sois oficialmente pareja de hecho, es la peor opción posible, porque en caso de fallecimiento y sin testamento hecho: estás a la merced de cualquier otro heredero, sin hablar que los gastos de sucesión pueden ser exorbitados, ya que legalmente, no hay nada entre vosotros.
Los derechos de pareja de hecho están regulados en cada comunidad autónoma, y te invito a que los revises. Algunas comunidades reconocen los derechos de pareja de hecho casi como si estuvierais casados y otras, casi nada (por ejemplo, la práctica simbólica del derecho a residir en la vivienda durante un año en Andalucía).
Y por supuesto, estar casado es el régimen que mejor protege al otro en caso de fallecimiento.
El régimen que más se aplica es el de: todo al que sobreviva y después a los niños.
Pensar en nuestra propia muerte es abrumador, es una idea nada apetecible, sin embargo, forma parte de la vida y de crecer como adultos.
Prepararse para esa eventualidad no tiene por qué ocupar mucho de tu tiempo y , sin necesidad de testamento, puedes dejar saber cómo te gustaría que fueran tus últimos momentos:
Si quieres ser enterrad@, incinerad@, si quieres ser donante de órganos, si quieres una ceremonia religiosa, civil, con o sin flores, con o sin donaciones a una ONG, donde quieres reposar… si quieres que tus seres cierren o dejen abiertas tus cuentas en redes sociales etc
Tener una carpeta hecha con todos estos documentos, en un lugar visible y accesible en un rincón de tu casa o en una caja fuerte siempre es buena idea.
En definitiva, organizar tus últimas voluntades no es más que otra manera de liberar tu mente de un estrés, ya que sabes que estás preparándote a ti y a los que están a tu lado, para que tu final sea, al menos a nivel administrativo, lo más resuelto posible.
En definitiva, organizar tus últimas voluntades no es más que otra manera de liberar tu mente de un estrés, ya que sabes que estás preparándote a ti y a los que están a tu lado, para que tu final sea, al menos a nivel administrativo, lo más resuelto posible.

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